Es fácil pensar que cuando realizamos una actividad o invertimos nuestro tiempo para colaborar en una noble causa o en un causa cualquiera. Los benefeciados nos deben, si nos deben. Son deudores de nuestro orgullo, de nuestra banal reputacion. Por eso, cuando un chico comentaba con otro lo mucho que le debia su iglesia, lo mucho que le debia su pastor, lo mucho que le debian sus lideres. No pude evitar sentir una ira creciente, intenciones nada gratas,para ser sinceros, queria golpearlo. y decirle:¿Porque no piensas en lo mucho que te ha dado Tu Creador sin reclamarte luego?... Queria saber cual era la razon, por la cual este niño malcriado hacia tal berrinche,asi que indiscretamente le pregunte:¿Por que dices eso?, y el me comento en su enojo cosas que nadie debe comentar en público, y menos si es cristiano. Pues el chico en cuestion, me dijo que su iglesia habia decidido enviar a un integrante a un país al otro lado del mundo, y que no lo habian escogido a él, al abnegado y entreg...